Por: Hania González, médico con especialización en Nutrición Clínica y autora del libro Managing patients with obesity.
En el marco del Día Mundial de la Actividad Física, estos tips facilitarán crearnos el hábito del ejercicio cotidiano sin morir en el intento.
El
sedentarismo es una constante en el estilo de vida actual de la mayoría de la
población, y es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de
sobrepeso, obesidad y enfermedades crónico-degenerativas. Se estima que a nivel
mundial mueren cada año 3.2 millones de personas sedentarias.
El 6
de abril se celebra el “Día Mundial de la Actividad Física” con el objetivo de
invitar a la comunidad a ser consciente de la importancia del ejercicio como
parte fundamental de la salud y a ponerlo en práctica.
Desde
2002 la Organización Mundial de la Salud (OMS) invita a conmemorar este día con
el objetivo de promover el movimiento físico para conseguir salud y bienestar,
y por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) estableció la fecha
como el “Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz”, y reconoce
el potencial del deporte para la generación de entornos de tolerancia y
comprensión.
La práctica
cotidiana y constante de actividad física ayuda a mantenernos sanos y con más
energía, éstas son las claves para dejar de ser sedentarios y activarnos:
Haz una elección inteligente. El ejercicio es uno de los
pilares del estilo de vida saludable, y aunque existen diversos tipos de actividad,
tanto en intensidad como en frecuencia, es importante que cada persona inicie
con lo que más le guste, o lo que menos le desagrade, y poco a poco ir poniendo
metas precisas pero alcanzables que permitan crear un hábito de manera natural.
Conoce la duración correcta. De acuerdo con la
Secretaría de Salud se recomienda que los niños y adolescentes realicen 60
minutos diarios de actividad física moderada o intensa como juegos, deportes,
desplazamientos, actividades recreativas y educación física. Para los adultos
mayores de 18 años se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad
física moderada semanal como paseos a pie o bicicleta, tareas domésticas,
juegos, deportes o ejercicios programados.
Busca ayuda profesional. La OMS sugiere realizar
diariamente al menos 30 minutos de actividad física. Sin embargo, es importante
que cada persona inicie esta meta con una adecuada asesoría de un profesional
de la salud o un entrenador certificado para evitar lesiones y alteraciones
cardiopulmonares. Se debe iniciar poco a poco e ir incrementando la duración y
la intensidad gradualmente y hacerlo de preferencia supervisado por un experto
para evitar lesiones. Una opción que está al alcance de todos y no requiere una
gran inversión puede ser las aplicaciones de teléfonos inteligentes que constan
de diferentes rutinas de ejercicios que se pueden realizar dentro de casa.
Conoce y disfruta las ventajas. Las enfermedades más
representativas que se benefician de la actividad física son: el sobrepeso y
obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y cáncer. Sin embargo,
cabe destacar que la actividad física fortalece el sistema circulatorio de todo
el cuerpo y mejora la condición física del corazón y los pulmones.
Además
de los beneficios en el control de peso y los niveles en sangre de glucosa,
colesterol y triglicéridos, la actividad física puede ayudar a disminuir el
estrés, mejorar los niveles de cortisol y favorecer el control de la presión
arterial. Incluso hay una correlación directa entre la práctica de ejercicio y
el bienestar emocional.
Aunque
al inicio la mayoría de las personas sedentarias experimentan dificultad por empezar
una actividad física, poco a poco notarán el beneficio de su práctica constante
hasta que se vuelve un hábito saludable y mantengan la motivación por continuar.
Y de eso se trata la salud, de construir día a día mejores hábitos, haciendo
pequeños esfuerzos, pero constantes y que perduren en el tiempo.