Por Sara Campos
El día de ayer los candidatos a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Jaime Rodríguez Calderón y Margarita Zavala, se comprometieron con la niñez de México y firmaron el Pacto por la Primera Infancia para, de esta forma, solucionar desde la raíz, las problemáticas que impiden el crecimiento del país.
Más de 320 organizaciones de la sociedad civil hicieron un llamado al que asistieron cuatro de los cinco candidatos y se unieron a la única iniciativa que compromete a todos los actores de la sociedad civil a priorizar los derechos de las niñas y de los niños de cero a cinco años de edad. Sin embargo, se encuentran en pláticas para obtener la firma de López Obrador.
Christian Skoog, representante del Fondo Naciones Unidas, para la Infancia aseguró que de acuerdo a los datos de la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres en México hay mucho que hacer por la Primera Infancia del país.
Antonio Rizzoli, jefe de la Unidad de Neurodesarrollo del Hospital Infantil de México Federico Gómez, explicó que entre los cero y cinco años de edad se construye el 90% de nuestro cerebro.
Juan Rivera Dommarco, director del Instituto Nacional de Salud Pública, añadió que “garantizar el derecho a la protección de la salud de la Primera Infancia es fundamental para tener una sociedad más saludable”.
Friné Salguero, directora general de Fundación Banorte, afirmó que “garantizar a todos las niñas y los niños oportunidades de aprendizaje de calidad, oportuno y pertinente desde la Primera Infancia, es un paso fundamental para desarrollar su máximo potencial y así construir una sociedad más justa, productiva y próspera”.
María Josefina Menéndez, directora de Save the Children México, resaltó que “si logramos proteger a los niños y niñas frente a todo tipo de violencia, estaremos construyendo sociedades mucho más pacíficas”
Ismael Eslava Pérez, primer visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, dijo que “garantizar los derechos de niñas y niños en la primera infancia es una obligación del Estado Mexicano”.
David Calderón, presidente ejecutivo de Mexicanos Primero, aseguró que “la sociedad civil se mantendrá vigilante del cumplimiento del Pacto, y que las 320 organizaciones ofrecen su experiencia para que la nación alcance las metas comprometidas en el Pacto”.
Diego Adame, Director de Fundación LEGO, invitó a los 100 líderes que estaban presentes en la firma como testigos de honor a que ellos también asumieran un compromiso por la Primera Infancia.
José Ignacio Ávalos, Presidente Fundador de Un Kilo de Ayuda, afirmó que “el objetivo de esta firma es hacer de la Primera Infancia una prioridad nacional, y que el próximo Presidente de México contribuya a través de acciones concretas a mejorar los indicadores relacionados con los derechos de las niñas y de los niños de cero y cinco años”
Los candidatos suscribieron los 10 compromisos y las cinco condiciones estructurales que integran el Pacto, las cuales ayudarán a 12 millones de niñas y niños menores de cinco años a recibir una adecuada nutrición, seguridad y protección, así como oportunidades de aprendizaje y un cuidado cariñoso y sensible que favorezca que cada uno alcance su pleno potencial.
Para lograr un país más productivo, igualitario y pacífico el próximo presidente de México tendrá que comenzar por lo primero, es decir, ofrecer los escenarios más óptimos para el desarrollo pleno en los primeros cinco años de vida. Acorde a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el lugar 37 de 38 países en productividad laboral, así como el segundo lugar de 38 en mayor desigualdad y tasas de homicidio.
La evidencia científica demuestra que invertir tanto en el bienestar como en el desarrollo de las niñas y los niños durante la Primera Infancia, genera un mayor retorno social y económico e incide en la productividad, la salud y en la formación de las futuras generaciones, esto se traduce en un mejor aprovechamiento escolar, mayor capacidad de aprendizaje, más productividad, mejores ingresos, menos enfermedades crónicas, menor propensión a conductas de riesgo y criminales, menor desigualdad y menor pobreza.