Tejiendo Pueblos, Amigos Remendando Oficios, celebra este mes su quinto aniversario como grupo cívico, demostrando la importancia que tienen las iniciativas creadas por los ciudadanos para visibilizar problemáticas sociales, así como para crear canales que brinden herramientas y apoyos a grupos vulnerables.
Desde un inicio, Tejiendo Pueblos planteó como principal objetivo apoyar a los oficios. Primero desarrolló una campaña con la que benefició a más de 100 familias de manera directa e indirecta en la zona del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca; construyéndoles 37 hornos de olla de barro, 2 hornos de pan, donando bastidores, herramientas de plomería, organizando cursos gratuitos de bordado istmeño para enseñar a mujeres en Juchitán la técnica tradicional, entre otros.
Posteriormente, ya en el 2020, por la pandemia de Covid-19, implementó una campaña que aún continúa, para apoyar a trabajadoras sexuales independientes cisgénero y transgénero de CDMX al ser uno de los grupos más desprotegidos por la crisis generada. Gracias a la recaudación de fondos a lo largo de todo este tiempo ha entregado más de 1,500 despensas a través de colectivos y organizaciones, así como comida, ropa, condones y otros. Además, a través de sus redes sociales busca visibilizar sus problemas, historias, testimonios, etc., y se entienda mejor el trabajo sexual, se le dignifique, y no se le confunda con la trata de personas.
La ayuda de Tejiendo Pueblos continuará en un contexto en el que “Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, E. M. A. C.” estima que debido a la pandemia el número de trabajadoras sexuales en CDMX aumentó a 15,200; se incrementaron en 3% los casos de VIH en esta población debido a diferentes dificultades que experimentan; creció un 30% la trata de personas con fines de explotación sexual, así como la digitalización en su operatividad al utilizarse más herramientas como WhatsApp, para estar en contacto con clientes y extorsionar a víctimas; entre otros.
Además, la iniciativa presentada hace unos días por la diputada María Clemente García de reformar la ley general del trabajo para regular el trabajo sexual, muestra su nulo acercamiento a la población que representa, ya que la persigue y castiga, al tratar de regresar a un control sanitario y sumarle una responsabilidad penal a las personas que viven con VIH y otras enfermedades. Es violatorio de derechos humanos hablar de riesgo de contagio, y un acto de criminalización ante el trabajo sexual y personas que viven con VIH Sida. Además de que no diferencia entre el trabajo sexual con la trata de personas.
Tejiendo Pueblos seguirá buscando ser un aliado para esta población, organizando próximas actividades en noviembre y para fin de año, donando despensas y brindando apoyos más horizontales donde se involucren experiencias tanto para las trabajadorxs sexuales como para sus hijas e hijos. Te invitamos a apoyar a seguir tejiendo nuestro entorno donando en su liga de Moneypool www.moneypool.mx/pools/086xe y siguiéndolos en sus redes @TejiendoPueblos.