Las despedidas siempre son tristes, más aun cuando se trata de un amigo que se ha marchado para siempre. Aunque sabemos que todos en algún momento vamos a tener que partir de esta vida, en realidad nunca estamos preparados para un acontecimiento de esta naturaleza.
Es inevitable derramar lágrimas tras tu partida, pero sé que estás en el cielo con Dios y desde allá nos acompañarás porque siempre fuiste un buen amigo.
Siempre te admiré y ahora te admiro mucho más porque fuiste un guerrero que luchó hasta el final.
Pedimos a Dios que lo tenga en su Gloria y que Descanse en Paz
Extendemos un enorme abrazo y nuestro más sentido pésame a toda su familia.
Con todo nuestro corazón,
Paloma Martínez y Oscar Roldán de Conexión360.
Gerardo Reyes Guizar, ex presidente de la ANP
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