Toma nota de estas recomendaciones para el Regreso a Clases

Evita refrescos, juguitos o “aguas industriales”. Estos líquidos lejos de hidratar a los niños, los llenan de azúcar, colorantes artificiales y químicos que están asociados con alterar su comportamiento.

El agua natural es NECESARIA y nada -ni el jugo- la sustituye. El agua no sólo elimina la sed, es indispensable para regular la temperatura del cuerpo, mejorar el metabolismo y en resumen para que el cuerpecito de los pequeños funcione de la manera que debe de ser.

Agua con sabor. Puedes incorporar al lunch de tu pequeño aguas hechas en casa, utilizando diversas frutas como limón, naranja, piña, mango, melón, sandía etc. No te preocupes porque le pongas azúcar mascabado o miel de abeja, trata de usar una sin procesar y en muy poca cantidad.

El azúcar como tal no tiene una ingesta diaria recomendada, sino que tiene “un límite máximo tolerado”, eso quiere decir que no deberíamos de consumir azúcar “añadida” –excluye la que ya está en las frutas y carbohidratos en general- y, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el límite máximo tolerado para los niños es de 4 cucharadas cafeteras por día aproximadamente.

Revisar los ingredientes de los productos comerciales que compres para complementar su lunch. No leas únicamente la publicidad del empaque ya que ésta siempre dirá lo que tú quieres leer. Si en los ingredientes encuentras nombres raros –químicos- que no tienes en tu alacena naturalmente o el “azúcar” que se encuentra en los primeros tres de la lista, no los consumas.

Siempre incluir fruta y verduras variadas. De esta forma se irá acostumbrando a verlas y las asociará con un “platillo” completo, aunque no se las coma al principio. Eso aplica más para quienes apenas comenzarán con este consejo. Debe tenerlas disponibles, aunque no siempre las consuma.

Entiendo que quieres que se coma todo el lunch, pero si en tu casa no se come todo lo que le sirves, en la escuela  tampoco lo hará. La recomendación aquí sería mandarle poca cantidad para que no deje mucho. El repetir es parte de nuestro trabajo como líderes de mini personas. Si no le das opciones saludables diariamente en su lunch y en tu casa, cómo quieres que las pruebe y determine si le gustan o no.

Evita alimentos altamente procesados. Los productos ultraprocesados son buenos, bonitos y baratos…. Demasiado buenos para ser verdad. Sólo son bonitos y baratos, les falta lo “bueno para tu salud” aunque cada vez existen mejores opciones.

Permite que participen en la preparación de sus snacks, alimentos, lunches, etc. Así lo valorarán más y no pasa nada porque ensucien un poco. Al contrario. Les va a gustar y es un buen tiempo para estar juntos haciendo cosas para todos. Si ellos comen saludable, es por ti, y si no, también es por ti. No se trata de culpas, ni de lo que ya pasó, se trata de ser responsable por lo que sigue.

La alimentación de los niños no es cuestión de practicidad, ya que no hay nada práctico en que se enfermen, ir al doctor, medicinas, desvelos, preocupación, ausentarse de la escuela y las mamás faltar al trabajo, entre muchas cosas más. Su alimentación es cuestión de tomar nuestro rol de proveedores de salud (como papás que somos) y responsables por lo que nuestros hijos conocen como alimento.

Te invito a que pongamos a su disposición alimentos naturales, reales, frescos, divertidos, ricos, que, al principio, pensaremos que no tenemos tiempo o que es muy tardado hacer todo en casa, pero es más tardado y más demandante/desgastante tener niños enfermizos y sintiéndose malitos sin poder jugar y convivir con otros niños.

Los buenos hábitos se inculcan, se enseñan y sobre todo, se viven. ya cuando es necesario, se puede reforzar con palabras. Si quieres que tus hijos tengan buenos hábitos, primero los debes de tener tú.

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