Por Mateo LEY.
En los últimos años el consumo de soya se ha incrementado ya que ha comprobado tener algunos beneficios entre quienes la consumen de forma cotidiana. La leche de soya, por ejemplo tiene efectos positivos en cuanto a procesos digestivos.
El consumo de proteína juega un papel clave en casi todas las funciones de nuestro organismo, como las metabólicas, y por eso su consumo diario es de suma importancia. Además, el cuerpo no cuenta con una reserva de proteínas, como lo hace con las grasas y los carbohidratos. Su consumo ayuda al crecimiento y desarrollo muscular y tejido, entre otras funciones.
La soya es una gran fuente de proteína vegetal que el cuerpo digiere de forma sencilla, además de ser muy baja en grasas.
La proteína de soya adicionalmente aporta otros nutrientes esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo, entre ellos: Fibra dietética, que ayuda a las funciones digestivas y a la salud de la flora intestinal.
Ácidos grasos esenciales (lecitina y fosfolípidos) que son importantes en el metabolismo porque contribuyen a la movilización de las grasas.
Diversos estudios han demostrado que el consumo de proteína de soya no transgénica o que no ha sido modificada genéticamente, es totalmente seguro, sin importar la cantidad que se consuma, siempre de la mano de una dieta balanceada y una rutina de ejercicios diarios.
Actualmente existe formas sencillas de consumir proteína de soya, el polvo para preparar batidos es una excelente opción, ya que su consumo puede realizarse a cualquier hora del día, como un complemento a tu dieta.
Busca que la proteína de soya que consumas sea orgánica, que tenga leucina, Omega 3 y prebióticos, tres ingredientes que te ayudarán a aportar los nutrientes esenciales que tu cuerpo requiere para un mejor funcionamiento.