Hacerle frente a los retos climáticos con herramientas educativas
No es un secreto que tal como lo dijo la directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, en la reciente COP26, “el cambio climático ya no es un problema del futuro. Es un problema ahora”. Si bien año con año distintos actores clave enfocados en el desarrollo sustentable han tomado acción, los avances se han dado de manera gradual pero de forma consistente.
El adoptar acciones y una visión en favor del medioambiente cada vez toma mayor fuerza, sin embargo, aún se requieren esfuerzos a gran escala que permeen en los seres humanos. Razón por la que, aunado a las iniciativas que existen y surgen día con día, el promover la educación ambiental desde una edad temprana juega un papel protagónico para el cuidado de este planeta.
En 2020, la UNESCO lanzó un llamado para que la educación para el desarrollo sostenible sea un componente central de los sistemas educativos en todos los niveles para 2025, adoptando la Declaración de Berlín sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS). Esto es una realidad en mayor medida en los programas de posgrado como una disciplina electiva, sin considerar que al integrar la educación ambiental en las distintas etapas formativas contribuye al poder transferir los conocimientos y habilidades adquiridas a otras áreas de su vida, académica y social.
Diversos estudios han mostrado que la exposición de los niños y niñas a cuestiones ambientales durante su crecimiento reducen el estrés, mejoran la salud mental y física, estimulan la creatividad, fortalecen su autoestima e impulsan la cooperación, colaboración y la autorregulación. Asimismo, la investigadora de educación ambiental, Joy Palmer, habla acerca de cómo estar en contacto con la naturaleza forma parte fundamental al momento de fomentar el cuidado y preocupación por el entorno.
Consciente de estas ventajas y de la urgencia de llevar esta filosofía a más personas, Veolia, referente global en la gestión eficiente del agua, residuos y energía, impulsa en conjunto con la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura), el Programa de Educación Ambiental, Alrededor de Iberoamérica, el cual en 2021 realizó su 9ª edición.
Con base en temáticas alineadas a alguno de los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se ha contado con la participación de más de 150 mil estudiantes de quinto y sexto grado de primaria en escuelas públicas de México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Perú y Portugal.
En esta última edición, el ganador a nivel nacional fue Isaac Tello, niño originario de Aguascalientes quien por medio de un noticiero producido por él mismo, promovió la disposición responsable de los cubrebocas para evitar la contaminación plástica del océano y de cómo a través de pequeñas acciones adicionales es posible disminuirla.
“El cuidado del medioambiente es inherentemente parte de nuestro ADN, por lo que de manera sostenida buscamos promoverlo y qué mejor que hacerlo a partir de las nuevas generaciones, a través de quienes podemos lograr una transformación ecológica real, para que en conjunto logremos cambiar el panorama ecológico y climático que es tan urgente”, comenta Leslie Lamadrid, directora de Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa de Veolia México.
La colaboración entre padres, maestros y alumnos es clave para poder replicar estas enseñanzas en los distintos ecosistemas sociales, y está claro que a su vez, gracias a su apoyo es posible continuar con este tipo de iniciativas con la que hemos logrado impactar a más de 29 mil estudiantes mexicanos, a través de 410 escuelas en todo el país.
Hoy, más que nunca, es prioritario difundir las ventajas de la educación ambiental para el bienestar del mundo hoy y el de las próximas generaciones. Apoyemos y compartamos el respeto y la conservación del medio ambiente, la educación debe ser la base sobre la que construyamos un futuro sostenible.