Por Sergio Serrano, Experience Designer R/GA.
Desde hace varias semanas vemos cómo Pokémon pasó de ser un recuerdo de la exitosa serie animada y videogame de finales de los ‘90 a todo un fenómeno global, gracias al lanzamiento del juego para smartphones PokémonGo. Rápidamente, se ha convertido en la app más exitosa de los últimos años, en términos de descarga y tiempo de uso. Inclusive por encima de gigantes como Facebook, Twitter o Snapchat.
Después de casi un mes de larga espera, por fin PokémonGo fue lanzado en Argentina y el resto de Latinoamérica, aunque la fiebre Pokémon ya había empezado semanas atrás, con fanáticos y versiones no oficiales del juego.
PokémonGo conserva las bases de los juegos anteriores y la historia original: capturar Pokémons, entrenarlos, luchar en gimnasios, evolucionarlos y ganar medallas. La única diferencia radica en que esta vez todo se hace en el mundo real. ¿Cómo? En lugar de usar una consola o un control para manejar a un avatar que recorre un mundo virtual, ahora el jugador lo hace recorriendo el mundo real.
La app utiliza funcionalidades nativas de los smartphones para enriquecer la experiencia del usuario. El GPS y la cámara crean una experiencia contextual que sólo es posible a través de una aplicación móvil. A decir verdad, Pokémon no es el mejor exponente de Augmented Reality (AR), incluso se puede decir que PokémonGo es a AR lo que Google-Cardboard es a VR, pero el hecho de que este tipo de AR es ahora accesible a cualquier persona definitivamente podría representar un hito en la adopción masiva de realidad aumentada en una aplicación móvil y podría conducir a que muchas otras apps la implementen.
De usuarios a visitantes.
El objetivo del juego es caminar alrededor de la ciudad para encontrar nuevos Pokémons a lo largo del recorrido. Visitar gimnasios para entrenar y luchar contra otros jugadores, y detenerse en Poke-Stops (Poke Paradas) para recolectar instrumentos y artículos, y así continuar la carrera de convertirse en un entrenador Pokémon. Estos lugares designados existen en el mundo real, son parques, malls, iglesias, museos, monumentos, restaurantes, entre otros.
Al igual que otras aplicaciones basadas en la geolocalización, PokémonGo recolecta una gran cantidad de datos e información geográfica de los usuarios. Dónde están, de dónde vinieron y a dónde fueron después. Incluso el tiempo que tardan en cada lugar. Distintos eventos políticos como la convención demócrata en Estados Unidos y hasta los deportivos como los Juegos Olímpicos de Río ya recurrieron o están planeando utilizar PokémonGo como un método para atraer más visitantes. Aquí es dónde la app está teniendo mayor éxito, ya que logra hacer lo que otras aplicaciones o juegos no pueden: hacer que la gente interactúe en el mundo físico y que salgan de sus casas sin rumbo específico (sino el que el juego proponga), si eso significa capturar un nuevo Pokémon.
PokémonGo como una oportunidad.
PokémonGo ya está impactando a grandes marcas y a otras aplicaciones. En Japón, McDonald’s se convirtió en el primer patrocinador oficial del juego. Cuatrocientos de sus locales en ese país ahora son Gimnasios Pokémon y los restantes son poke-stops. Sin dudas, es el inicio de la capitalización del foot-traffic que genera esta conexión entre el mundo virtual y el real.
Una app que ya se está adaptando a los nuevos comportamientos de los usuarios de PokémonGo es Yelp, que agregó “Poké-Stop” como un filtro de búsqueda. Ahora sus usuarios ya no sólo buscarán un lugar por su rating, reviews o qué métodos de pago están disponibles, sino que también tendrán la posibilidad de buscar y elegir lugares que estén cerca de alguna parada Pokémon.
En Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, el espíritu emprendedor ha llevado a algunas personas a ofrecer cuentas de usuario PokémonGo en niveles avanzados. Y otros salen a caminar un poco para capturar Pokémons con la cuenta de alguien más, que por tiempo no pueda hacerlo. Algunos restaurantes están ofreciendo descuentos por día a miembros de alguno de los tres equipos existentes en el juego.
Las oportunidades no se limitan a servicios, también existen productos creados por los mismos usuarios para complementar la experiencia del juego. Pequeños drones para capturar Pokémons en lagos y zonas de difícil acceso, fundas de teléfono que cubren parcialmente la pantalla y permiten apuntar con precisión una Pokebola al momento de capturar un Pokémon, entre otras. De la misma forma, han aparecido otras aplicaciones que mejoran la experiencia de los jugadores. Una app crowdsourced, Poké-Radar, permite a los usuarios buscar y compartir los lugares en el mapa con mayor probabilidades de encontrar un Pokémon.
Con pocos días en la región, estamos a la expectativa de cómo las marcas y empresas reaccionarán a este fenómeno.
El componente social
A pesar de que no hay ninguna función de chat u opción de conectarse con amigos en redes sociales, hay un componente social muy importante en esta aplicación. El juego ofrece la posibilidad de unirse a uno de los tres equipos existentes. El usuario debe guardar lealtad a su equipo, lo que fomenta la conexión con otras personas miembros del mismo equipo. Durante el encuentro en el mundo real, los usuarios pueden intercambiar consejos, trucos o ir a capturar Pokémons en grupo. Estos elementos sociales marcan una diferencia y han logrado que sean los mismos usuarios los que mantengan un diálogo activo sobre el juego en redes sociales y otros escenarios virtuales y reales. Podríamos estar ante el nacimiento de nuevas tribus de personas que no se conocen entre sí, pero que gracias a este juego hoy sienten que comparten una causa en común y se identifican unas con otras.
Resulta increíble ver cómo PokémonGo ha modificado el paisaje cultural en tan corto tiempo. Aunque llegue a ser algo pasajero, sin duda ya logró generar nuevos comportamientos sociales que replantearán muchas cosas en el diseño de nuevas experiencias de usuarios.
Puede que no todos estemos interesados en el juego, pero vale la pena explorarlo. Conocer esta nueva forma de integración entre lo digital y lo físico, dejarse atrapar por la naturaleza adictiva de querer atrapar todos los pokémons y sobretodo hacer parte de nuevos grupos sociales. Como miembros de esta industria es algo que podemos esperar ver en aplicaciones que vamos a usar en un futuro o integrarlo en las aplicaciones y ecosistemas que creemos para nuestros clientes.