Queda claro que en cuanto a la apariencia, el Honda CR-Z se “pinta solo”. El carácter deportivode este coupé es algo que no se puede negar. Detalles como la parrilla frontal, los juegos ópticos y la caída descarada de su silueta le hacen fácilmente identificable. Para los que conocen del tema, podría ser un descendiente directo del CR-X.
Al interior nos encontramos con buen espacio para los ocupantes de la parte delantera, pero se nota algo limitado en el asiento de atrás. En el caso del panel de controles, los interruptores son abundantes, pero de fácil interpretación. El indicador de mayor tamaño es un reloj donde se alojan dos elementos: el tacómetro y el velocímetro. Ciertos remates de diseño dan la impresión que estamos en un auto más deportivo de lo que en verdad es. Agradecemos el detalle del volante grueso, siempre es mucho mejor la sensación a la hora de atacar los caminos.
En movimiento
La motorización se compone por un sistema híbrido que combina un mmotor a gasolina de 1.5 litros de desplazamiento que eroga 117 caballos de fuerza y un torque de 144 Nm. Además, se suma el motor eléctrico de 15 kW y 77 Nm que obtiene su energía de un paquete de baterías de Ion-Litio de 144V. Ya en total estamos hablando de hasta 133 caballos de potencia y 170 Nm de torque que trabajan de manera por demás armoniosa con una una transmisión CVT que si la utilizamos en modo “manual”, nos deja llevar a cabo hasta 7 cambios de marcha.