Desde el Tec de Monterrey se ha trabajado en modelos a seguir que modifiquen estos estereotipos; un ejemplo de ello son las conferencias, campamentos y programas en donde no necesariamente sean las mujeres adultas quienes presenten las carreras STEM a los alumnos, sino generaciones más jóvenes.
Romper con los estereotipos culturales que limitan a las niñas y adolescentes por estudiar carreras enfocadas a la ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, sería el primer paso para cerrar las brechas de género que mantienen a las mujeres con una presencia menor en esas áreas profesionales.
Datos del Banco Mundial y del Consejo de Relaciones Exteriores revelan que, entre más se eduque a las niñas con un año adicional a nivel primaria, permitiría que puedan mejorar su futuro salario entre un 10% y 20%. Mientras que un año adicional de secundaria, aumentaría entre 15% y 25% sus capacidades económicas.
Es importante tener en cuenta que las niñas con cierto nivel educativo se convierten en mujeres profesionales que pueden transformar a sus comunidades locales y ser modelos a seguir para las siguientes generaciones.
Así lo expuso la Mtra., Patricia Chávez Cervantes, directora regional del Departamento de Computación del Tecnológico de Monterrey, región Ciudad de México, durante el Círculo de Liderazgo Periodístico: “Mujeres en las STEM: Educación y futuro en las Tecnologías de la Información”, realizado en el marco del Día Internacional de la Mujer.
“Educar a las niñas y mujeres, y equiparlas con habilidades en Tecnologías de la Información (TIC), ofrece un claro retorno de inversión para la sociedad: se pueden visualizar familias, comunidades y economías más fuertes”, compartió la docente.
De acuerdo con la especialista, la importancia de que las mujeres tengan mayor participación en carreras STEM, resultaría en la diversificación de la fuerza laboral para tomar en cuenta otras perspectivas e intereses en la solución de problemas; brindar mejores oportunidades de desarrollo y participar en el diseño de un futuro igualitario.
Durante su presentación, la Mtra. Chávez Cervantes compartió que, de acuerdo con la UNESCO, en México sólo el 17% de las mujeres estudian alguna carrera relacionada con la ingeniería, mientras que las carreras STEM (ciencia, tecnología, matemáticas e ingeniería) representan sólo el 19% de la fuerza laboral.
Esto podría ocasionar que las niñas y adolescentes que aspiran a formarse en carreras científicas tengan pocos modelos a seguir que las pueda inspirar, y se enfrenten a estereotipos que les impida desarrollarse.
Cuando las mujeres se desenvuelven en un ambiente donde la mayor parte son hombres, de pronto podría ser una situación intimidante. Por ello es importante acercarse a ellas y sensibilizarlas en la importancia de su presencia en estas carreras, así como continuar cambiando la imagen que se tiene de estas profesiones ligadas principalmente al género masculino.
Para finalizar, la especialista subrayó, “es mucho más poderoso para este género cuando la invitación a desarrollarse en carreras STEM viene de una mujer joven; sería un aspecto a considerar para incrementar la visibilidad de mujeres exitosas”.