Educación continua ¿obligación o necesidad?… Universidad Tecmilenio

Hoy por hoy, el mercado laboral nacional vive una gran contradicción, hay personas en desempleo, pero el grueso de los empleadores se enfrentan con dificultades para cubrir sus vacantes con profesionistas especializados.

Lo anterior podría explicarse por una brecha de competencias y habilidades en los 2.5 millones de personas desempleadas en México (4.3 % de la Población Económicamente Activa) al mes de agosto de 2021, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)[1].

“El desarrollo de competencias y habilidades no es solo un asunto de los recién egresados, con la transformación tan ágil que viven hoy el mundo y las empresas, la educación continua es una necesidad para las personas y sus empleadores. Mantener actualizados y expandir los conocimientos y habilidades que demanda el mercado laboral contribuye a insertarse a un lugar de trabajo, permanecer en él y, en caso de perderlo, seguir siendo empleables”,  mencionó Julio Peña, Vicerrector de Empresas de Universidad Tecmilenio.

Competencias como el liderazgo, la creatividad o la innovación y habilidades técnicas en materia digital, que son requeridas de manera persistente a los profesionales actuales, se mantienen en constante evolución.

“Las brechas existentes se pueden cerrar más rápido si empresas y academia cocrean soluciones para esta nueva realidad. Esta es la visión que tenemos en el Centro de Desarrollo de Competencias (CDC), un espacio digital especializado donde convergen personas y empresas dispuestas a adquirir, actualizar y aumentar competencias”, agregó Juan Arenas, Vicerrector de Educación Abierta de Universidad Tecmilenio.

Contrario a la dinámica de generaciones anteriores que aspiraban a construir su carrera durante décadas en el mismo lugar de trabajo, es común que los profesionistas de hoy busquen adquirir y compartir experiencias en diferentes compañías a lo largo de su vida profesional, incluso cambiando por completo de giro, debido a intereses personales y a la perspectiva que puede aportar alguien con una experiencia distinta.

En este contexto, la formación continua es una herramienta fundamental para dominar distintas dinámicas, así como ser apto para tomar nuevos puestos y afrontar los retos ante cambios económicos y sociales determinantes como el que se vive en la actualidad.

“Conceptos como upskilling y reskilling son habituales, porque el primero se refiere a optimizar el desempeño y evolución de habilidades dentro de un mismo perfil laboral, mientras que el segundo tiene que ver con la capacidad de saltar a otra posición, lo que implica aprender nuevas competencias duras o técnicas”, comentó Juan Arenas.

Es por ello que, son cada vez más las organizaciones que asumen el compromiso de desarrollar a su talento, para mantenerse competitivos, innovadores y rápidos, lo que es crucial en la capitalización de nuevas oportunidades de negocio.

¿Entonces cómo cerrar la brecha de habilidades y competencias? La respuesta se encuentra en fomentar una cultura de aprendizaje como ventaja competitiva, facilitada por la tecnología y modelos educativos flexibles que den cabida a la formación de las personas alineada a su Propósito de Vida.

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