Eco turismo en Chiapas
El término ecoturismo nace en la década de los 80s, en medio de los fuertes y radicales movimientos ambientalistas que derivaron en campañas, investigaciones y estudios para enfatizar la consciencia ambiental y el freno a la tala desmedida y urbanización de los ecosistemas, además de ser una época donde se hicieron los primeros planteamientos serios para introducir energías sustentables y fuentes renovables de bajo impacto ambiental.*1
Es hasta el año 2002 que esta actividad retoma su fuerza con la proclamación del “Año del Ecoturismo” por parte de la Organización de las Naciones Unidas, bajo los principios de conservación del patrimonio natural y cultural y la inclusión de comunidades locales e indígenas.*2. Un hito para la preservación ambiental y cultural de regiones sin una clara protección frente a grandes desarrolladores inmobiliarios cobijados en muchas ocasiones por corrupción.
En el estado de Chiapas el turismo ecológico va más allá de modas pasajeras o una estigmatización de las empresas en regiones vulnerables. El ecoturismo en Chiapas es una forma de vida, es una cultura y el modo de subsistencia de miles de familias en todo el estado. 40 centros ecoturísticos sustentables y protegidos en el estado promueven fuertemente su actividad en conjunto con otras instituciones y organismos como la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos indígenas, Comisión Nacional de Áreas Protegidas y la Secretaría de Turismo.*3
Para las familias chiapanecas, rescatar y preservar sus tierras y sus tradiciones no es un negocio, es cumplir con una responsabilidad con México y con la tierra. Del número total de los destinos ecoturísticos registrados en Chipas, 8 forman parte del programa “Paraísos Indígenas de México”, el cual promueve el turismo en lugares con alto valor natural, cultural e histórico enfocados a la protección de las comunidades indígenas con el objetivo de que puedan conservar, transmitir y compartir su herencia y conocimiento ancestral.
Este reconocimiento que los distingue de otros destinos igualmente importantes es impulsado por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, galardonado como el mejor Producto de Turismo Activo Internacional en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en 2018.*4
Dentro de estos destinos social y ecológicamente responsables encontramos el Centro Ecoturístico Nahá, en Ocosingo al oriente de Chiapas, donde la etnia lacandona preserva con orgullo su lengua, usos y costumbres, vestimentas y tradiciones. Ahí se protegen especies en peligro de extinción como el faisán, el águila arpía, el quetzal y el jaguar; en esa región específica aún hay guacamayas en estado salvaje con el propósito de contribuir al rescate del “aramacao” o guacamaya roja.
En la región de la selva, en la comunidad lacandona Lacanja Chansayab, otra vertiente de los Lacandones, se hallan los Campamentos Turísticos “Ya´axche” (árbol sagrado), “Top Che” (retoño), y “Ya Toch Barum” (muros pintados).
Donde habitan descendientes directos de los mayas ancestrales, quienes conservan su cultura y se han convertido en fieles guardianes de los vestigios de la cultura maya localizadas en la zona arqueológica de Bonampak. ¡Es hermoso!
En la comunidad de Frontera Corozal, asentada en los márgenes del río Usumacinta que sirve de frontera entre México y Guatemala, se encuentra el “Escudo Jaguar”, cuyos guardianes, un grupo de indígenas Ch’oles, se encargan de preservar la belleza natural, flora y fauna del lugar, inclusive ofrecen deliciosos alimentos a los visitantes.
En la ribera del río Santo Domingo que forma parte del corredor biológico Mesoamericano, se ubica el desarrollo ecoturístico “Las nubes”, producto de la organización cooperativa de un grupo de campesinos preocupados por conservar los recursos naturales de esa zona.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revelan que en 2017, 67 de cada 100 pesos aportados a la economía de Chipas, provinieron por las actividades terciarias entre las que está el turismo. *5 Es así como las comunidades indígenas chiapanecas son un ejemplo de que se puede impulsar la economía de una región con pleno respeto a sus usos y costumbres y sin devastar el ecosistema.
Tips para una ecodiversión responsable estas vacaciones de verano (¡y todo el año!)
- Contribuya a la conservación cuidando de no dejar desperdicios a donde se encuentre; recoja sus desechos y llévelos con usted hasta que los deposite en un contenedor específico.
- Cuide el patrimonio natural y cultural, no permita que nadie que lo acompañe, raye, rompa o se lleve algún elemento natural o animal consigo.
- Cuidado con el fuego. No iniciar fogatas o fuegos ya que pueden descontrolarse y provocar incendios forestales.
- Investigue, conozca y respete las comunidades locales. Los usos y costumbres varían de región a región, mantenga un comportamiento respetuoso en todo momento.
- Respétese y respete a otros visitantes. No intente llevarse piedras, objetos o animales de ninguna zona ecoturística.
- Disfrute responsablemente zonas e instalaciones de uso público.
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Fuente: *1 Alasbarricadas.org. http://www.alasbarricadas.org/ateneovirtual/index.php/Historia_del_movimiento_ecologista
*2 El Turismo de naturaleza: un producto turístico sostenible https://www.researchgate.net/publication/320882633_El_turismo_de_naturaleza_un_producto_turistico_sostenible
*3 Turismo Chipas http://www.turismochiapas.gob.mx/sectur/centros-tursticos-y-ecotursticos-
*4 Fitur https://www.ifema.es/fitur