Por: Susana Prado
En el vibrante centro de la Ciudad de México, donde la historia se mezcla con la modernidad, se encuentra un tesoro culinario conocido como El Balcón del Zócalo. Este restaurante no solo ofrece una experiencia gastronómica excepcional, sino que también sirve como un mirador perfecto hacia la majestuosidad del Zócalo capitalino.
Desde el momento en que uno pisa este icónico lugar, se ve envuelto en una atmósfera que emana elegancia y tradición. Ubicado estratégicamente en el cuarto piso de uno de los edificios coloniales que rodean la plaza principal de la ciudad, El Balcón del Zócalo ofrece vistas impresionantes que capturan la esencia misma de México: la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional y el ir y venir de la vida cotidiana en la plaza más emblemática del país.
Pero más allá de su privilegiada ubicación, es la comida la que verdaderamente cautiva. La propuesta culinaria de El Balcón del Zócalo es una fusión magistral entre la cocina mexicana tradicional y las técnicas contemporáneas, diseñada para deleitar los paladares más exigentes y ahora busca crear experiencias que generen conciencia de las problemáticas sociales y ambientales.
El restaurante Balcón del Zócalo, ha lanzado un menú de degustación llamado “Día Cero”. Este menú, creado por el chef Pepe Salinas y su equipo de cocina, aborda uno de los temas que afectan a la humanidad: la escasez de agua.
Este nuevo menú degustación incluye nueve platillos, además de un aperitivo y tiene un enfoque vegetal y marino, en respuesta a la urgencia del tema hídrico y es completamente libre de proteína animal terrestre.
En la búsqueda de que los comenzales encuentren una nueva experiencia, la cocina y el equipo del Balcón del zócalo buscan un tema especial con el que se busquen crear conversaciones que los conecten con los problemas del mundo real.
El proceso de creación de Día Cero es un esfuerzo colaborativo de Investigación y Desarrollo (I+D) que involucra a todo el equipo del Balcón del Zócalo.
Algunos de los platillos que forman parte de esta experiencia deliciosa para los sentidos y un recordatorio de los problemas a los que nos enfrentamos día a día, son: Aperitivos apocalípticos, Lago de Pátzcuaro, El futuro, Sopa amniótica y el mar.
El Balcón del Zócalo no solo satisface el apetito, sino que también alimenta el alma con su combinación única de gastronomía excepcional, vistas espectaculares, creación de reflexión y un ambiente que respira historia y modernidad. Visitar este restaurante es sumergirse en lo mejor que México tiene para ofrecer: su comida, su cultura y su hospitalidad incomparable.
Fotos de Susana Prado, exclusivas de Conexión360