Los emprendedores son reconocidos como el principal motor de desarrollo de México. Y cada vez son más las mujeres que inician el camino de abrir su propio negocio, logrando que la dinámica empresarial se enriquezca con su talento y liderazgo y que la economía del país se fortalezca, ya que actualmente aportan 37% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Recientes cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que, para mediados de 2018, el 89% de las mujeres empleadoras se encontraban a la cabeza de algún micronegocio, lo que representa un crecimiento del 4.4% en el sector femenino emprendedor al frente de este tipo unidades económicas.[1]
De acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), nuestro país ocupa el lugar 40 en el Índice de Emprendimiento Femenino, por encima de países como Japón o Corea[2]. Esto se debe al apoyo que instituciones financieras, públicas y privadas han otorgado a las mujeres con base en los altos índices de confianza de pago presentados, pues de cada 100 mujeres que solicitan un préstamo para invertir en su empresa, el 99% salda sus deudas de manera íntegra, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Sin embargo, las emprendedoras aún enfrentan retos importantes para impulsar su crecimiento. Es por ello que Reyna López, Gerente de Producto de Aspel –empresa líder en software administrativo para la automatización de las Pymes– nos comparte algunas recomendaciones para incrementar la tasa de supervivencia de sus negocios y consolidarse:
- Poner en práctica y capitalizar las habilidades y conocimientos adquiridos a lo largo de su formación universitaria y de experiencias profesionales previas, así como seguir capacitándose.
- Al diseñar su modelo de negocio, nunca perder de vista el objeto principal de la empresa. Es indispensable fijar metas a corto, mediano y largo plazo para avanzar gradualmente en su cumplimiento.
- Generar ventajas competitivas para lograr mantenerse y crecer; para ello, es indispensable conocer las exigencias del mercado y renovar constantemente la oferta de sus productos y servicios para satisfacer las necesidades de los consumidores.
- La disciplina administrativa lo es todo; es fundamental mantener en orden los recursos materiales, financieros y humanos, así como cumplir en tiempo y forma con las disposiciones fiscales, como facturar, emitir recibos de nómina digitales y enviar la contabilidad electrónica.
- No temerle a las herramientas tecnológicas; éstas contribuyen a automatizar los procesos, a optimizar el tiempo para ocuparlo adecuadamente en tareas más importantes y a tener la información necesaria para tomar mejores decisiones y definir las estrategias empresariales.
En México, todavía existe una brecha importante en la implementación de tecnología por parte de nuevos emprendimientos, lo que repercute en su desarrollo al enfocarse solo en la operación diaria, dejando de lado la correcta administración del negocio.
Las soluciones tecnológicas ayudan a las y los emprendedores a llevar una
gestión más sencilla y eficiente; a tener bajo control todos sus procesos, como
inventarios, compras, ventas, cuentas por cobrar, por pagar y facturación,
apoyan a reducir costos y esto incrementa sus ganancias, elevando así las
posibilidades de éxito.
[1] http://estadistica.inmujeres.gob.mx/formas/tarjetas/Empleadoras.pdf
[2] https://asem.mx/mujeres-del-pacifico-asem-presentan-informe-emprendimiento-femenino/