Definitivamente, no existe un mejor sentimiento que ayudar a otros cuando más lo necesitan. Un acto de auxilio desinteresado no sólo llena nuestras almas de alegría, si no que con muy poco esfuerzo podemos cambiarle la vida a un individuo y al resto de su familia.
Bajo este mismo paradigma, nació “Artistas X México”, una fundación que fue creada por Alan Arbitman y Alejandro Mitrani (mejor conocidos como “Arbit y Maalex”).
Tras el surgimiento de la pandemia, éstos decidieron que donarían las regalías de su sencillo “Siri” para la compra de material médico a hospitales en crisis. Tras ver el gran impacto que tuvo la iniciativa, decidieron potencializar la idea e invitaron a más artistas independientes a hacer lo mismo. El proyecto se concretó aún más cuando, la productora audiovisual, Apellon Films, decidió unirse al proyecto y apoyó a la marca con la creación de su identidad visual.
Desde hace un año y medio, más de 70 artistas mexicanos han donado la canción de su elección a la iniciativa y actualmente cuentan con 4 discos y están en la espera del quinto álbum. “Utilizamos las ganancias de los primeros cuatro volúmenes para comprar material médico (caretas y cubrebocas) y donarlo a tres diferentes hospitales mexicanos, entre ellos el Hospital General de México.
Con el resto de los ingresos compraremos sillas de ruedas para pacientes necesitados o incluso, para apoyar a niños con cáncer”, afirma Alejandro Mitrani, Cofundador de Artistas X México.
Por otro lado, en marzo de este año, la fundación lanzó al mercado un EP con 6 canciones de artistas femeninas (en plataformas tales como Spotify) cuyas ganancias fueron donadas a la fundación mexicana, Origen, la cual trabaja con mujeres en situaciones vulnerables.
En cuanto al esperado quinto volumen, éste será publicado el 27 de agosto y donará todas sus ganancias a Pronatura, una de las fundaciones ambientalistas y ecologistas más grandes del país. Curiosamente, para definir la portada, se llevó a cabo una convocatoria de ilustradores y diseñadores gráficos en redes sociales, donde la fundación ofreció un “Apple Pencil” de segunda generación como premio.
El ganador del concurso fue el ilustrador David Barnéz, quién dibujó una portada que representaba perfectamente el concepto del disco: apoyar al medio ambiente a través de la música.