La tradición de las uvas pasa de California ha estado presente en las familias de todo el mundo desde 1949, este fruto seco importado representa el 50% de las uvas pasa en el mundo que se cosechan en el clima ideal del Valle de San Joaquín, en la Fresno, California.
A diferencia de las uvas pasa procedentes de otras localidades, las de California son consideradas unas de las mejores botanas con el beneficio de endulzar de manera natural y fungir como complemento para algunos platillos. El proceso de producción de las uvas pasa es natural, sin azúcar añadida, ni grasas ni colesterol; además cuentan con un proceso de limpieza profunda, que garantiza su uso inmediato, sin tener que preocuparse por lavarlas.
Se distinguen por tener un sabor, textura y tamaño perfectos. Esto, debido a que son cultivadas con los más altos estándares de calidad, avalados por el Comité Administrativo de Uva Pasa, e inspeccionados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Cuando alcanzan las medidas entre 18º y 24º Brix, de acuerdo a su año de crecimiento, es cuando las uvas pasa están listas en cuanto a azúcares permitidos para poderse liberar, ya que esta medida asegura que su dulzor sea el justo y distintivo del fruto por su procedencia Californiana.
En México, la tradición del uso de uva pasa ha sido una constante desde la cocina novohispana, contenida en una innumerable cantidad de platillos tanto dulces como salados, por lo que identificar su delicioso sabor es sencillo..
La cocina actual ha impulsado a una exploración aún más específica sobre el potencial que tiene la uva pasa para emplearse en la creación de diversos alimentos. Actualmente su jugo, levadura y pulpa se usan incluso para resaltar el sabor de leches chocolatadas, así como en la panadería tradicional y artesanal.
Otro de sus beneficios, es sabido que la ingesta de este rico fruto puede ser utilizada por pacientes con Diabetes Tipo 2 e Hipertensión, ya que en las cantidades adecuadas de 40g, generan 23% de educción de niveles de glucosa tras la ingesta de alimentos y reducen considerablemente los niveles de glucosa, así como la presión arterial sistólica.
Son una excelente fuente de hierro y opción para sustituir a los dulces azucarados y chocolates, lo que las hace perfectas para compartir en familia y con los niños.