Aunque es posible acostumbrarse a vivir bajo ciertas circunstancias o condiciones, ¿cómo nos afecta el tener dolencias constantes?, el dolor nos limita a disfrutar al cien por ciento de la vida, desde dar un paseo al aire libre hasta saborear nuestros platillos favoritos.
La sensibilidad dental es un ejemplo claro de esto, pues es una condición que impacta directamente en la experiencia de degustar al máximo los sabores, temperaturas y texturas de los alimentos y bebidas. Pero ¿de qué otras formas afecta nuestras vidas?
Aunque el dolor derivado de la sensibilidad en los dientes es la principal manifestación, esta condición también provoca un impacto en la vida de quien la padece. A través de una encuesta sobre la experiencia de la sensibilidad dental, realizada por la Universidad de Scheffield en Reino Unido, el 70%, aseguró haber perdido el placer de comer y beber, 26% se sintieron obligados a ocultar su forma de comer, mientras que el 36% trató de evitar la sensibilidad cubriéndose la boca.
El impacto más profundo fue para aquellos (33%) que manifestaron que tener sensibilidad dental, los hacía sentir más viejos que su edad real**.
Ya que en México, 1 de cada 2 personas padece de sensibilidad dental2; ¿qué es y por qué es tan importante atenderla?
“La sensibilidad dental se define como una molestia punzante y aguda que se presenta en respuesta a estímulos en la dentina expuesta y que se no se puede atribuir a ningún otro defecto dental. La dentina es la parte interna del diente, y ésta puede quedar expuesta de manera natural con el tiempo o como resultado de la recesión de encías o por desgaste en el esmalte de los dientes”, así lo mencionó la Dra. Sandra Fernández, Gerente de Relaciones Profesionales de GSK Consumer Healthcare Centroamérica.
Las consecuencias de vivir con sensibilidad dental son diversas “y van desde experimentar molestias al comer o beber alimentos y bebidas frías o calientes, hasta sentir dolor al respirar aire frío o al cepillarse los dientes”, reafirmó.
De hecho, de acuerdo con un análisis sobre la conversación de los mexicanos en redes sociales acerca de esta condición, “las personas culpan su sensibilidad dental principalmente al consumo de dulces (14%), seguidos por las frutas (9%) y finalmente, los alimentos con chile y limón (6%). Todo lo anterior hace sentido, ya que nuestra gastronomía está llena de este tipo de alimentos3”, comentó Diana Pérez, Category Manager de GSK Consumer Healthcare México.